Hay veces que la vida o las circunstancias te llevan al borde de un camino donde no hay retorno,donde no es posible mirar de reojo y sólo tienes opción a seguir y tirar hacia delante.
Es duro,pues a veces lo que tu no te atreves a soltar te lo arrancan de cuajo y duele.
Muchas de ellas es la propia vida la que no te da opción,en otras la decisión va llegando poco a poco y es únicamente tuya.Nadie puede hacerla por ti.Las circunstancias van enseñándote que,en esa ocasión,nada ni nadie va a hacer el trabajo «sucio».
Sin embargo algo crece,se remueve…es la sensación aplastante de cambiar,de buscar la puerta certera y no,no deja lugar a dudas.Todo se va colocando a que tomes el valor a decir las palabras mágicas o bien…cierres capítulo a modo personal y lo interiorices.
Cuando es el momento?Unicamente tú y tu corazón lo sabe.
Aprendiendo lo que de verdad es vivir,lo que en verdad es SER en todos y cada uno de los aspectos de tu vida,sin excepción…no valen personajes que un día salvaron instantes donde todo parecía ir bien y solo era un ilusión creada como absurda defensa,pues sólo hay un camino de luz y muchos otros de grises con sombras.
Cuando avanzas en ese sendero,todo debe estar en armonía.
Nadie dijo fácil,yo no digo imposible.